Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, – le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y de sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo;
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
-Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
http://www.webelpuente.com/ep1101/anahuac.htm
http://www.acropolis.org.mx/?q=node/109
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Luna – Conejo – Mujer
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“Soy tan sensible como la arena a la ola, los árboles a la cualidad del aire, la loba a la presencia de otra criatura… Permanezco abierta a todo. Sin embargo, esta misma apertura hace que mis limites sean vulnerables y me deja expuesta a las lesiones del espíritu.“
Clarissa Pinkola Estés
Dulce me ha hecho mucha ilusión ver el conejo en la Luna, pero mucho mas el cuentecito que la acompaña. Seguro que la explico en algun momento. Mil gracias por compartir esta información.
A mi també m’ha encantat llegir aquesta història del conill de la lluna que ens explica la Dulce.
La veritat és que fins que ho va comentar ella no ho havia sentit mai això del conill a la lluna.
Mirant a internet, -al blog El meu viatge a la Xina: http://perlaxina.bloc.cat/post/12259/203723- expliquen un mite xinès associat amb la lluna plena i parlen, de passada, d’un conill a la lluna, conegut com a tur ye, que treballa incessantment en un morter herbes medicinals per a fer-hi un elixir de la immortalitat…. El conill de la Lluna esta condemnat a repetir sempre aquest gest per haver robat una herba mitica.
La llàstima és que no he sabut trobar més detalls d’aquesta altra història.