Las zapatillas rojas y Hannelore Baron

“La razón por la cual utilizo cajas y trapos viejos,

es que los materiales nuevos no tienen el sentimiento de lo vivido,

son demasiado secos en sentido emocional”

Hannelore Baron

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Descubrí la obra de Hannelore Baron (1.927-1987) cuando empezábamos a trabajar Las Zapatillas Rojas y me pareció que existía un nexo entre la obra de esta artista y el cuento.

La noche de las brujas

Engalanada para Halloween, una mujer enmascarada en patines —probablemente un añadido aleatorio a su disfraz— posa en 1910.

A fecha de hoy, la mezcla de fiestas, sustos, bromas y caramelos dista mucho de los antiguos orígenes de Halloween. Durante siglos, esta misteriosa noche ha experimentado muchos cambios derivados de la mezcla de las tradiciones y las culturas de los países occidentales, que hacen de la Noche de las Brujas una celebración muy especial llena de tradiciones que han ido transformándose fruto de su historia. Hacemos un recorrido a lo largo de los años para buscar los orígenes de esta espeluznante festividad:

Origen pagano y trajes celtas

Los orígenes de Halloween se remontan a hace más de 3.000 años, según la Universidad de Oxford, cuando los pueblos celtas de Europa celebraban su año nuevo, llamado Samhain, en el que hoy consideramos el día 1 de noviembre. La víspera de este festival de la cosecha gaélico, Samhain —lo que nosotros conocemos como Halloween— se creía que los espíritus caminaban por la Tierra mientras viajaban al más allá, junto con otras criaturas, como hadas y demonios. Este ritual servía para despedir a Lugh, el dios del Sol, y dar la bienvenida a las noches cortas y frías que traía consigo el otoño.

Según el American Folklife Center de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, además de sacrificar animales a los dioses y reunirse alrededor de hogueras, los celtas llevaban disfraces —probablemente pieles de animales— para confundir a los espíritus, o quizá para evitar que los poseyeran.

También se cree que con las máscaras o caras ennegrecidas que llevaban durante esta celebración personificaban a los muertos, y muchas culturas permitían a los jóvenes vestirse de mujeres y viceversa, rompiendo así lo socialmente establecido.

En una forma primitiva de «truco o trato», se cree que los celtas disfrazados de espíritus iban de casa en casa haciendo tonterías a cambio de comida y bebida. Esta práctica podría proceder de la costumbre de dejar comida y bebida a las puertas de las casas como ofrendas para los seres sobrenaturales.

(Relacionado: Estos monstruos imaginarios han provocado pesadillas por todo el mundo)

La influencia cristiana en la fiesta de Halloween

Samhain se transformó cuando las autoridades cristianas se apropiaron de festividades paganas. Con la conquista del territorio celta por parte del Imperio romano, esta fiesta se mezcló con otras fiestas de origen romano como la Fiesta de la Cosecha. En el siglo VII, el papa Bonifacio IV decretó el 1 de noviembre el día de Todos los Santos para honrar en un único día a todos aquellos mártires que habían dado du vida por su fe.

Así, la noche anterior, la víspera del Samhain, continuó celebrándose con hogueras, disfraces y desfiles, pero comenzó a llamarse la “Víspera de Todos los Santos”, en inglés All Hallow´s Eve, que terminó derivando en «Halloween». Las tradiciones de Halloween difieren en los diferentes puntos del mapa, pero de manera general se encuentran los famosos dulces de Halloween, el truco o trato, los disfraces fantasmagóricos, tallar calabazas, encender hogueras, hacer bromas, visitar atracciones embrujadas, contar historias de miedo o ver películas de terror.

Desde que surgió la Iglesia,​ importantes celebraciones cristianas, como Navidad, Pascua y Pentecostés, tienen vigilias que comienzan la noche anterior. Por ello, en muchas partes del mundo, en las celebraciones cristianas de la víspera de Todos los Santos sigue siendo tradición encender velas en las tumbas. ​ En la historia, algunos cristianos se abstuvieron de comer carne en este día de vigilia, y de ahí podría haber llegado a nuestros días la costumbre de comer manzanas, panqueques y pasteles.

Halloween llega a Estados Unidos

En 1840 los inmigrantes europeos transmitieron a América sus versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los jack-o’-lantern, las calabazas gigantes huecas con una vela dentro, inspiradas en la leyenda de «Jack el Tacaño». Ya entonces esta fiesta quedó arraigada en Estados Unidos y Canadá, pero no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921, cuando se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota. En 1920, la ciudad empezó a celebrar un desfile y a encender una gran hoguera para conmemorar este día. Algunos historiadores afirman que la celebración podría haber sido un intento de poner fin a las gamberradas de Halloween.

Finalmente, la internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 1970 y principios de los 1980 gracias al cine y a las series de televisión, cuando en 1979 se estrenó Halloween, de John Carpenter, una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror.

El empuje vino también del hecho de que más de un tercio de los estadounidenses afirman creer en fantasmas, según una encuesta de AP-Ipsos llevada a cabo justo antes del Halloween de 2007. El 23 por ciento dijo haber visto un fantasma o haber sentido la presencia de alguien. Según la encuesta, aproximadamente una de cada cinco personas cree que los hechizos o la brujería son reales.

https://www.nationalgeographic.es/ciencia/halloween-disfraces-historia-mitos-y-mucho-mas

Bona castanyada i suculents panellets, llobes!

Una trenza de hierba sagrada

Como botánica, Robin Wall Kimmerer formula preguntas sobre la naturaleza con las herramientas de la ciencia. Como miembro de la Citizen Potawatomi Nation, comparte la idea de que las plantas y los animales son nuestros maestros más antiguos. En Una trenza de hierba sagrada, Kimmerer une estas dos lentes del conocimiento para guiarnos en «un viaje que es tan mítico como científico, tan sagrado como histórico, tan inteligente como sabio», en palabras de la escritora Elizabeth Gilbert.
Basándose en su vida como científica, indígena, madre y mujer, nos muestra cómo otros seres vivos nos ofrecen regalos e importantes lecciones, incluso aunque hayamos olvidado cómo escuchar sus voces. En una rica trenza de reflexiones que van desde la creación de Isla Tortuga hasta las fuerzas que amenazan hoy su florecimiento, Kimmerer despliega su idea central: el despertar de una conciencia ecológica requiere el reconocimiento y la celebración de nuestra relación recíproca con el resto del mundo viviente. Solo cuando podamos escuchar los lenguajes de otros seres seremos capaces de comprender la generosidad de la tierra y aprender a dar nuestros propios dones a cambio. Una trenza de hierba sagrada está destinado a ser un clásico de la escritura sobre la naturaleza.

Robin Wall Kimmerer, Una trenza de hierba sagrada. Saber indígena, conocimiento científico y las enseñanzas de las plantas. Trad. David Muñoz Mateos. Ed. Capitán Swing, 2021.

“Las historias antiguas indígenas nos contaban que había que entender a la tierra como un ser vivo, un ser sagrado por el que los seres humanos tienen una responsabilidad moral. Todo lo contrario a la visión del mundo que tiene el colonizador, que entiende el mundo como una propiedad, como una mercancía, como un simple objeto que hay que poseer y explotar. El sistema colonial trató de erradicar esta historia, el entender la tierra como algo vivo y sagrado, porque se interponía en su única y propia narrativa de expansión, propiedad y dominación. Querían que olvidáramos nuestras historias, pero no lo hicimos. Y hoy las recordamos y nos inspiran para una nueva -en realidad, volvemos a la de siempre- forma de habitar y relacionarnos con la tierra. Ya hay gente de todo el mundo que ha empezado a rechazar la visión de la tierra como un mero objeto para explotar solo con el fin enriquecernos y que desean, por el contrario, tener una relación respetuosa con la naturaleza, basada en el amor y el respeto. A todo esto me refiero cuando digo que somos libres de contarnos una historia diferente. Si todos nos pusiéramos de acuerdo colectivamente en creer que la Tierra es un regalo que debemos cuidar, en lugar de tratarla como un mero recurso de consumo, el planeta y nosotros nos encontraríamos en una situación totalmente diferente. No se trata de si podemos cambiar la narrativa, es que no nos queda otra si queremos sobrevivir.” [de la entrevista «Nuestros monstruos ahora se esconden detrás del estatus, propagando la enfermedad del consumismo»]

El feminisme que no calla

Els darrers temps una nova onada de feminisme popular i massiu ha deixat al descobert que l’estructura de desigualtat de gènere encara és molt sòlida. Les noves veus feministes s’uneixen a les d’altres activistes històriques que fa temps que denuncien les injustícies i les desigualtats del model patriarcal. El masclisme, les violacions, els feminicidis, l’assetjament sexual en l’àmbit quotidià o les discriminacions per raó de gènere i raça són cada cop més presents en el discurs mediàtic i acadèmic perquè milers de feministes d’arreu del món han decidit parlar i explicar les seves experiències. Gràcies al relat col·lectiu que les dones estan teixint des d’àmbits com la literatura, la política, la música, la ciència o l’humor, el feminisme ja mai calla.

https://www.cccb.org/ca/multimedia/llistes-reproduccio/el-feminisme-que-mai-calla/230954

Maneras de estar vivo. Baptiste Morizot

Hace mucho tiempo surgió una especie que decidió separarse de las otras diez millones de especies que habitaban la Tierra: aunque todas eran necesariamente sus parientes, optó por llamarlas «la naturaleza», y así empezó a verlas como cosas, meros recursos a su disposición.

Este relato es nuestra herencia, y su inimaginable violencia ha dado lugar a la actual y devastadora crisis ecológica. El presente libro pretende dar un golpe de timón frente a esta situación: armar (en el doble sentido de la palabra) una filosofía de los seres vivos que sea tanto una política como una praxis.

Para ello Morizot se aleja de toda creación convencional de pensamiento, pues su filosofía surge de la práctica sobre el terreno y de la experiencia del rastreo. Morizot no es un naturalista al uso. Ni siquiera un biólogo. Es un filósofo que reflexiona sobre lo vivo como ningún otro que hayas leído, un perseguidor que puede pasar largas jornadas rastreando a una manada de lobos o noches enteras esperando a que un oso aparezca en la pantalla de una cámara térmica. Entre el thriller etológico y la filosofía salvaje, con las botas perdidas de barro, oliendo a sudor y a bosque, Morizot trata de ofrecer respuesta a las preguntas que hoy de verdad nos importan:

¿Cómo reconectar con los seres vivos mediante una ecosofía sencilla, resiliente y alegre?

¿Cómo oponer al tecnocapitalismo una reactivación de nuestras propias fuerzas vitales anestesiadas?

¿Cómo sustituir la pulsión de control y domesticación por un ethos del encuentro y la acogida?

¿Cómo comportarse de un modo adecuado con todo aquello que vive y, sin embargo, difiere de nosotros?

¿Cómo construir colectivamente un planteamiento político que aúne la imprescindible convivencia con los otros seres vivos y la lucha sin cuartel contra aquellos que destruyen el tejido de la vida?

Baptiste Morizot, Maneras de estar vivo. LA crisis ecológica global y las políticas de lo salvaje. Trad. Silvia Moreno Parrado, Ed. Errata Naturae, 2021.

«Baptiste Morizot, auténtico filósofo de campo, es sin duda la referencia intelectual del actual pensamiento ecológico. No sólo inventa un nuevo cosmopolitismo, sino que dibuja una nueva y esperanzadora diplomacia de lo salvaje». Nicolas Truong, Le Monde

«Baptiste Morizot lidera una batalla cultural para repensar la convivencia entre el ser humano y el animal, uno de los grandes temas del siglo XXI». Mathieu Vidar, France Inter

«Maneras de estar vivo es un ensayo extraordinario. En él, el filósofo Baptiste Morizot, figura emergente del pensamiento ecológico, da un vuelco a los marcos habituales de interpretación de la crisis de la biodiversidad y nos invita a repensar radicalmente nuestra relación con los seres vivos no humanos que nos rodean». Mathieu Dejean, Les Inrockuptibles

«Maneras de estar vivo nos propone un nuevo humanismo descentrado que se desarrolla mediante una forma rica y original de investigación en la frontera de la literatura, la etología y la filosofía». Alexandre Gefen, Le Nouveau Magazine Littéraire

Nomadland, de Chloé Zhao

Nomadland, 2020, Estados Unidos

Dirección y guión: Chloé Zhao

Basada en el libro de Jessica Bruder, Nomadland : Surviving America in the Twenty-First Century (País Nómada: supervivientes del siglo XXI, publicado en España por Capitán Swing.)

Música: Ludovico Einaudi

Fotografía: Joshua James Richards

Reparto: Frances McDormandDavid StrathairnLinda MayCharlene SwankieBob WellsGay DeForestPatricia Grier

Productora: Highwayman Films, Cor Cordium Productions, Hear/Say Productions. 

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Los cuentos: un mundo inmenso para explorar

Presentación del capítulo primero del estudio de Jaqueline Kelen sobre el simbolismo de los cuentos de hadas titulado «Une robe de la couleur du temps: Le sens spirituel des contes de fées». Las imágenes, que no pertenecen al libro, son de Remedios Varo. Selección y traducción de Lluïsa Vert. https://www.arsgravis.com/un-mundo-inmenso-para-explorar/

A través de todo lo que se busca, hay algo que viene de mucho más lejos que el hombre y que va mucho más lejos también. […] La gran enemiga del hombre es la opacidad. Esta opacidad está fuera y sobre todo está en el mismo hombre, con el mantenimiento de las opiniones convencionales y de toda clase de defensas sospechosas. (André Breton).

En toda historia humana existe un canto profundo y secreto que pide aflorar, un canto único que oculta cada existencia y que a menudo permanece hundido, obstruido. Cuando, en este principio del siglo XXI, se leen los himnos de las epopeyas de Sumer, o de la India, que datan de los primeros tiempos de la escritura, cuando se contemplan los vestigios grandiosos de la civilización egipcia y después se mira alrededor, cuando se escucha la verborrea contemporánea, uno está obligado a constatar que durante milenios el hombre no ha cesado de repetirse, que su visión se ha reducido terriblemente, que sus aspiraciones se han vuelto muy limitadas. La razón es muy simple: el hombre ha dejado de girarse hacia la inmensidad misteriosa del cielo para no contemplar otra cosa que a sí mismo; ha cortado los vínculos que le unían a lo sobrenatural a fin de reinar sobre su pedazo de tierra y declararse feliz así;  ha terminado por negar obstinadamente cualquier presencia que no puedan captar sus sofisticadas máquinas, toda realidad que no esté “probada científicamente”.

Así, al creer que conquistaba su independencia, negando los dioses y  los universos invisibles, el hombre moderno se ha enjaulado a sí mismo y, al despedir el alma inoportuna, se ha entregado a la muerte cierta.

Hace seis mil años, el fiero rey Gilgamesh dejó riquezas, poder y placeres para ir en busca del único bien valioso, la planta de la inmortalidad. Hace veintiséis siglos, el filósofo Empédocles se confrontó a las potencias cósmicas y meditó sobre el origen del universo y de los seres. Hace nueve siglos, hombres de valía y de conocimiento construían catedrales a la gloria de Dios sin preocuparse de dejar sus nombres en la historia. Y hace un poco más de cuatrocientos años, Don Quijote hizo una estrepitosa entrada en la escena del mundo y a causa de su loca sabiduría volvió a encender en los corazones un deseo de infinito e hizo que se levantaran de nuevo los tiempos mesiánicos.

Hace seis mil años, el fiero rey Gilgamesh dejó riquezas, poder y placeres para ir en busca del único bien valioso, la planta de la inmortalidad…

Pero el hombre continúa repitiéndose, resignado a su condición mortal. Se ha habituado a su jaula, incluso la ha decorado, sueña con hacer de ella un paraíso. El canto de los pájaros se ha detenido, enmascarado por el ruido y la indiferencia de los que pasan ocupados. ¿Pero, es que hubo alguna vez un pájaro…?

Los cuentos lo repiten con insistencia, limitado a su existencia terrestre, a su yo carnal, el individuo se revela muy pequeño. Es un Pulgarcito o una Caperucita roja, un patito feo o una sirenita. Hay que crecer, aventurarse, tomar aire, expandirse. Es necesario que el ser humano experimente la amplitud y la  libertad de la que es capaz y que le fueron ocultadas o arrebatadas.

Para volverse un verdadero hombre, el héroe del relato debe dejar su casa, el sótano, los lugares subterráneos donde se le confina, donde se le retiene con las cadenas de la dulzura o el miedo. Va a viajar, a visitar países, no solo los terrenales, sino y sobre todo los mundos innumerables exteriores e interiores que poco a poco se despiertan y se revelan en el secreto del corazón. Un día es suficiente, un hermoso día, abrir la puerta de la jaula y ponerse en camino, lo maravilloso comienza, es la historia sin igual de aquél que, a través de pruebas y encuentros, se encamina hacia su verdadera realeza, es la historia de su alma que accede a la vida eterna. Y he aquí que un joven peregrino silba y he aquí que un pájaro le responde.

Nuestro héroe a menudo avanza solo por el camino, pero jamás está aislado. No se siente separado del universo, escucha lo que dice el viento, lo que canta la lluvia, habla tanto a los árboles y a los animales que encuentra como al ogro, al hada, al gigante, recoge piedras en sus bolsillos y por la noche sonríe a las estrellas. Es una inmensa conversación con los seres que pueblan la naturaleza, con las criaturas que no tienen apariencia humana, con las presencias del mundo invisible. Todo está lleno de vida, todo merece atención. ¿Cuándo perdimos la facultad de comunicarnos libre y espontáneamente con todo lo que vive sobre la tierra y con los habitantes del mundo sobrenatural? ¿Cuándo abandonamos esta vasta y feliz conversación?  Sí, “había una vez” esta conciencia cósmica, esta inmensa inteligencia amante. Después los hombres se volvieron razonables y desconfiados, prudentes y arrogantes. Ya no hablaron a la ranita ni abrazaron a las flores. Han preferido permanecer entre ellos, tener solo contactos humanos, relaciones sociales.  Se consideran superiores, pero se han disminuido a sí mismos.

¿Cuándo perdimos la facultad de comunicarnos libre y espontáneamente con todo lo que vive sobre la tierra y con los habitantes del mundo sobrenatural?

A los pequeños humanos los cuentos tradicionales les recuerdan dos cosas principales: que han de aprender y crecer. Aprender es dejar la indolencia y la suficiencia, escuchar, hacer silencio, ser curioso y atento; abandonar las falsas certezas, experimentar, equivocarse, adquirir discernimiento; perseverar con fervor, abrirse al conocimiento que llena el corazón. Para crecer, lo primero es tomar la verdadera medida del ser humano e intuir sus posibilidades inauditas, deseos elevados y no renunciar jamás a ellos. Crecer es liberarse de las normas y los condicionamientos que obstaculizan la expansión del alma y apuntar al cielo, nada menos.

Los cuentos maravillosos no conciernen al yo temporal sino al sujeto espiritual. Más allá del viajero terrestre, se dirigen al alma peregrina. Por supuesto, de estos cuentos pueden extraerse distintos consejos y lecciones para desenvolverse en la tierra, llevar los asuntos de este mundo, para comportarse de modo justo y generoso respecto a los demás, para evitar las astucias y las maldades. Charles Perrault cuidaba de enunciar al final de sus cuentos una moralidad, a menudo maliciosa, que estaba lejos de constituir todo su sentido. Por ejemplo: la curiosidad se paga cara (Barba Azul), un pequeño mocoso puede hacer feliz a toda su familia (Pulgarcito), las jovencitas deben desconfiar de “los lobos aduladores”, que son de largo los más peligrosos (Caperucita Roja). Pero además del plano existencial, para el pequeño ser humano se trata de situarse con respecto al cielo, de desarrollar sus sentidos sutiles , de estar atento a los signos y a los sueños a fin de explorar, poco a poco, el mundo invisible y, como con las botas de siete leguas, que su alma corra por ellos. Los hermanos Grimm eran perfectamente conscientes del mensaje iniciático contenido en los cuentos que habían recogido. Según sus propios términos, estos relatos escondían “revelaciones divinas” y permitían acceder a “una sabiduría eterna”.

Los cuentos maravillosos no conciernen al yo temporal sino al sujeto espiritual. Más allá del viajero terrestre, se dirigen al alma peregrina.

Como los cuentos tradicionales se dirigen al hombre interior, para “comprenderlos” bien conviene apercibirse de lo que se oculta detrás de la historia aparente y que resuena profundamente en uno. Existen toda suerte de correspondencias e incluso de complicidades entre el mundo exterior de los fenómenos y de las cosas concretas y el universo impalpable de las realidades espirituales. “Lo que es visible abre nuestras miradas a lo invisible”, anunciaba el filósofo Anaxágoras que vivió en el siglo V antes de la era cristiana. La cáscara disimula y protege a la vez la deliciosa almendra, solo gusta el sabor del fruto el que no se queda en la superficie y se dirige al interior. Este es el modo de hacer del esoterismo en el sentido exacto del término.

Así, los diversos personajes de los cuentos, su estatus, su comportamiento, las peripecias de sus aventuras se deben entender siempre en un plano espiritual y demandan ser interiorizados. Por ejemplo, un hombre calificado de pobre designa una persona desprovista de recursos interiores, y un hombre muerto equivale al yo carnal y terrestre desconectado de toda dimensión trascendente. La ignorancia no es falta de saber, sino olvido del mundo superior invisible. Un cazador no es quien persigue la caza sino que alude al peregrino que busca sin descanso la sabiduría. Las monedas de oro, un tesoro oculto, simbolizan las riquezas espirituales adquiridas, los frutos del conocimiento, mientras que los diversos alimentos y bebidas evocan aquello de lo que se sustenta el alma. Así, se encontrarán falsas monedas y alimentos indigestos o envenenados. Los ladrones que atacan al viajero representan las bajas pasiones que se apoderan de la vida interior y despojan al ser humano de lo que tiene de más valor, el ogro es la imagen del yo devorador que impide cualquier impulso espiritual. Los zapatos en sus variadas formas permiten caminar sobre la tierra en la vida cotidiana, pero remiten también al camino espiritual, la elevación de los pensamientos y los sentimientos a otros planos de conciencia.

Los ladrones que atacan al viajero representan las bajas pasiones que se apoderan de la vida interior y despojan al ser humano de lo que tiene de más valor, el ogro es la imagen del yo devorador que impide cualquier impulso espiritual.

El niño, considerado un bendito o un simple, no está saturado por un saber cerebral, sino que posee la inteligencia limpia del corazón, la única necesaria para la salvación del alma. Siempre “bella y sabia”, la princesa pertenece al reino celeste y representa tanto el Conocimiento como la identidad divina del ser humano. En cuanto al rey, a menudo designa al Yo trascendente, al ser establecido en la dimensión eterna del Espíritu.

Todo eso son indicios, no explicaciones. Al igual que un sueño se revela mucho más rico que el sentido general dado por una llave de los sueños; un relato iniciático, lleno de ecos y que comporta numerosos niveles no podría adaptarse a un diseño predeterminado. La interpretación es soberana, ella es la que hace que el sentido brote, que se escuche la música enterrada. Pero ante la riqueza inagotable del cuento, no puede ser dogmática, y menos aún definitiva. En el fondo revela tanto la personalidad del intérprete como el significado del relato. Por eso, un psicoanalista freudiano solo verá en los cuentos símbolos sexuales, un astrólogo leerá en ellos imágenes planetarias, y el terapeuta se dedicará a encontrar remedios y recetas para el bien estar del hombre…

Es curioso que los personajes de los cuentos no posean casi nunca un apellido o un nombre propio; se trata de un sastre, de una jovencita, de un emperador, de una sirena. Otros se designan por un sobrenombre o un mote que oculta su apariencia verdadera, Barba azul, Cenicienta, Piel de asno, Caperucita roja.

Los personajes de los cuentos no posean casi nunca un apellido o un nombre propio, así, cada lector está invitado a identificarse con el héroe del relato,  por lo que este cuento se escucha y se dirige a la parte más íntima de mí ser.

Así, cada lector está invitado a identificarse personalmente con el héroe del relato, humano o animal, en lugar de guardar las distancias; es para mí, hoy, por lo que este cuento se escucha y se dirige a la parte más íntima de mí ser. Mi alma es este niño abandonado en el bosque del mundo, esta esplendorosa princesa que se maltrata aquí abajo; en mí se alberga un patito desgraciado, rechazado por sus congéneres y que sueña con otros lugares, y también un asno que un día huyó de su servidumbre para tocar la lira. Si los cuentos de hadas tienen un alcance universal, atraviesan los siglos y gustan a cualquier edad es porque su mensaje de orden espiritual nos concierne a cada uno de nosotros y en nosotros se dirigen a aquello que no perece. En el fondo, cada uno se siente príncipe o princesa, hecho para vivir rodeado de belleza en un universo de alegría y destinado a un amor extraordinario. Tal es el clima propio del espíritu: inmensamente libre, luminoso y alegre. De esta vida superior e indestructible es de lo que hablan los cuentos tradicionales, de la Edad de Oro del ser humano. Su final es también siempre feliz puesto que se sitúa en un plano trascendente y en un tiempo que no es otro que la eternidad. Pero si se tiende a rebajar el mensaje de los cuentos a un nivel existencial, se mantendrán toda una serie de mentiras e ilusiones respecto a la felicidad terrestre, a un matrimonio perfecto, una familia ideal, y las señoritas esperarán durante mucho tiempo la venida de un príncipe inexistente, por decirlo con propiedad.

Los cuentos de hadas que he escogido están entre los más conocidos. No han llegado por el francés Charles Perrault (1628-1703), por los hermanos Grimm, Jacob (1785-1863) y Wilhem (1786-1859), que los recogieron pacientemente en Alemania, y por Hans Christian Andersen (1805-1875), originario de Dinamarca. Frente al pensamiento cartesiano, frente al racionalismo del Siglo de las Luces, y después al positivismo y al cientifismo, que ocuparon sucesivamente estos tres siglos, las recopilaciones de los cuentos maravillosos ofrecen un contrapunto saludable, recuerdan que la sabiduría es más preciosa que el saber, que la intuición es superior a la razón y que la grandeza del género humano reposa en la aspiración de su alma. Igualmente, para interpretarlos he escogido presentarlos en un orden que me parece que corresponde a una progresión en la vida espiritual. Un viaje en el que un modesto artesano se convierte en rey y el viajero terrestre se muda en hombre de luz.

Un viaje iniciático en el que un modesto artesano se convierte en rey y el viajero terrestre se muda en hombre de luz.

INFORMACIÓN DEL LIBRO

Cómo Louise Bourgeois utilizó el dibujo para aliviar la ansiedad

Louise Bourgeois Dibujos Hauser y Wirth
Louise Bourgeois en su casa de West 20th Street, Nueva York, 2000 | Fotografía: © Jean-François Jaussaud; © The Easton Foundation / Con licencia de VAGA en Artists Rights Society (ARS), Nueva York

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La fundamental artista Louise Bourgeois recurría al dibujo como a un medio de terapia; en tiempos como estos, quizás sus obras complejas y coloridas también puedan ofrecernos algún alivio.

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25 DE MARZO DE 2020 | Belle Hutton

Vivir una pandemia con todos los cambios y desafíos desconocidos con los que nos enfrentamos, se convierte en una época de ansiedad. Cuando la difunta artista Louise Bourgeois sentía llegar una oleada de preocupación, dibujaba. “Sé que cuando termino un dibujo, mi nivel de ansiedad disminuye”, dijo una vez. “Cuando dibujo significa que algo me molesta, pero no sé qué es. Así que el dibujo se convierte en un tratamiento para la ansiedad”. En estos tiempos inciertos, las instituciones de arte de todo el mundo han tenido que cerrar para frenar la propagación del Coronavirus y, por consiguiente, encontrar formas alternativas de presentar el arte en una realidad que, de repente, se hizo mucho más virtual. Para su exposición inaugural en línea, la galería internacional  Hauser & Wirth presenta Louise Bourgeois: Drawings 1947 – 2007, una apuesta que percibimos como una elección pertinente, dado el alivio que la propia artista buscaba al crear sus obras.

Louise Bourgeois: 12 dibujos. 1947-2007

Famosa por sus esculturas de arañas, sus estampados en tela y sus grabados, Bourgeois comenzó a dibujar a una edad temprana ayudando a sus padres en su estudio de restauración de tapices en las afueras de París. Arañas y espirales se repiten a lo largo de los dibujos de Louise Bourgeois –comparó a su amada madre, que murió cuando el artista tenía poco más de veinte años, con una araña– y sus piezas, dibujadas con tinta, acuarela y lápiz, abarcan desde lo abstracto a lo realista. La propia artista dijo acerca de estas variaciones: “Los dibujos más realistas son para mí una forma de concretar una idea. No quiero perderla. Con los dibujos abstractos, cuando me suelto, puedo deslizarme hacia el inconsciente”.

Los dibujos de la exposición de Hauser & Wirth abarcan varias décadas y fueron elegidos por Jerry Gorovoy, un ex-asistente de estudio y amigo de Bourgeois, que es ahora el presidente de la Fundación Easton, creada en nombre de la difunta artista. A lo largo de su vida, Bourgeois recurrió constantemente al arte como a un medio de terapia; utilizaba su creatividad para trabajar con emociones intensas, tanto positivas como negativas. “Como víctima del síndrome de Tourette, siempre sintió que tenía que confesarlo todo, lo que podía resultar incómodo para los demás, una vez se llamó a sí misma la mujer sin secretos”, escribió Gorovoy tras su muerte en 2010 . “En su arte no tenía ningún miedo, mientras que en su vida real decía que era como un ratón detrás del radiador”. Bourgeois describió el arte como una “garantía de cordura”.

Louise Bourgeois Dibujos Hauser y Wirth
Louise Bourgeois trabajando en un dibujo en espiral en su casa en West 20th Street, Nueva York, 1970© The Easton Foundation / Con licencia de VAGA en Artists Rights Society (ARS), Nueva York

La naturaleza terapéutica del arte de Louise Bourgeois es también, de alguna manera, universal, se extiende más allá de su propia relación con la obra, y resuena con los espectadores de una manera única. “La primera vez que vi su trabajo lo sentí tan personal”, dijo la diseñadora Simone Rocha a AnOther el año pasado. La colección Otoño/Invierno 2019 de Rocha se inspiró en Bourgeois y ofreció estampados y bordados de telarañas. “Simplemente sentí que mis sentimientos estaban representados como en una página… Era la misma sensación que con mis diarios de adolescencia pero, obviamente, bajo una forma más hermosa”. Los dibujos también eran como unos diarios para Bourgeois; un lugar en el que atemperaba sus ansiedades, trabajaba con sus recuerdos de infancia y expresaba sus emociones. “He llevado un diario desde que tengo uso de memoria y mis dibujos son realmente otro tipo de diario”, dijo.

Los complejos y coloridos dibujos de Louise Bourgeois –una constante a lo largo de su vida, aunque no tan conocidos como sus famosas series Cells o su gigantesca escultura Maman– fueron una parte importante de su práctica artística, pero también cumplieron un propósito. Creó arte sin descanso hasta su muerte, acaecida a la edad de 98 años, según parece como una forma de permanecer cuerda. En momentos como estos, tomarnos una pausa para mirar los atractivos dibujos de Louise Bourgeois podría ayudarnos también a hacer lo mismo.

La exposición en línea  Louise Bourgeois: Drawings 1947-2007 estará abierta a partir del 25 de marzo de 2020.

https://www.anothermag.com/art-photography/12375/louise-bourgeois-drawings-anxiety-hauser-wirth-online-exhibition

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Desobedientes

https://www.arte.tv/fr/videos/093803-001-F/desobeissant-e-s/

Documental de Arte de 82 min (hay subtítulos también en castellano)

Disponible du 20/11/2020 au 24/02/2021

  • Réalisation : Alizée Chiappini, Adèle Flaux
  • Auteur : Adèle Flaux
  • Pays : France, Allemagne
  • Année : 2019

Tras un verano de 2018 marcado por la ola de calor, los incendios y la dimisión rotunda del ministro francés Nicolas Hulot, un grupo de jóvenes, consternado por la inacción de los gobiernos ante la crisis climática, decidió unir sus fuerzas.

Una sede se alquila, La Base, en el corazón de París. En germen, desde la COP21, una internacional informal del clima vincula diferentes movimientos de protesta europeos: Extinction Rebellion, Ende Gelände, Alternatiba, ANV-COP21… Entre ellos, jóvenes menores de 30 años. Algunos, como Élodie y Pauline, han dejado un puesto laboral de prestigio para dedicarse a un combate que consideran crucial. Tras una primera victoria –la petición denominada “El asunto del siglo” y sus 2 millones de firmas en quince días–, los activistas de La Base organizan 134 desenganches de retratos de Emmanuel Macron en los ayuntamientos, retransmitidos en redes sociales, para denunciar “el vacío de su política ecológica”. Este es su primer gran acto de desobediencia civil. El documental sigue a estos “desobedientes” en acción y en privado: desde los “chalecos amarillos” hasta la pandemia Covid-19, el año 2020 los pondrá a prueba.

Sensación de urgencia
Alizée Chiappini y Adèle Flaux capturan el surgimiento de una generación que, en su forma pragmática, abierta y combativa, imagina un nuevo compromiso cívico. Operando en red, los activistas de La Base no dudan en cruzar el Canal de la Mancha para recibir lecciones de no violencia de los primos británicos o acercarse a los “chalecos amarillos” para unir luchas sociales y ambientales. Puntuada por momentos fuertes, como el bloqueo de La Défense, “la república de los contaminadores”, ante ejecutivos ulcerados o aprobadores, esta historia límpida, atravesada por un sentido de urgencia, da vida a un año y medio de ‘una movilización sin precedentes, una lucha que valdrá para sus “líderes”, detenciones, gaseamientos y procesos judiciales. Este fascinante documento es a la vez un manual político y una novela iniciática, la aventura atraviesa diferentes fases en las que el entusiasmo da paso a la desilusión antes de recuperar una nueva vida.

Este programa forma parte de la Colección Europea, una iniciativa conjunta de los medios públicos europeos (ARD, ARTE, France Télévisions, SSR SRG y ZDF), coordinada por ARTE y apoyada por el programa Europa Creativa – MEDIA.