Trece maneras de mirar un mirlo. Wallace Stevens

El mirlo_1 El mirlo 4

1

Entre veinte cerros nevados
lo único que se movía
era el ojo de un mirlo.

2

Yo era de tres pareceres,
como un árbol
en el que hay tres mirlos.

3

En el viento de otoño giraba el mirlo.
Tenía un papel muy breve en la pantomima.

4

Un hombre y una mujer
son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo
son uno.

5

Yo no sé si prefiero
la belleza de las inflexiones
o la belleza de las insinuaciones,
si el nido silbando
o después.

6

El hielo cubría el ventanal
de cristales bárbaros.
La sombra del mirlo
lo cruzaba de un lado a otro.
La fantasía
trazaba en la sombra
una causa indescifrable.

7

Oh, delgados hombres de Haddam,
¿por qué imagináis pájaros dorados?
¿No veis cómo el mirlo
anda entre los pies
de las mujeres que os rodean?

8

Conozco nobles acentos
e inevitables ritmos lúcidos;
pero también conozco
que el mirlo anda complicado
en lo que conozco.

9

Cuando el mirlo se perdió de vista
señaló el límite
de un círculo entre otros muchos.

10

Al ver mirlos
volar en la luz verde,
hasta los charlatanes de la eufonía
gritarían agudamente.

11

Viajaba por Connecticut
en un coche de cristal.
Una vez le entró el miedo,
por haber confundido
la sombra de su equipaje
con mirlos.

12

El río se mueve.
Estará volando el mirlo.

13

Toda la tarde fue de noche.
Nevaba,
iba a seguir nevando.
El mirlo se detuvo
en la rama del cedro.

Traducción: Raúl Gustavo Aguirre.
Buenos Aires, 1979


El mirlo 3 El mirlo 2

Thirteen Ways of Looking at a Blackbird

I

Among twenty snowy mountains,
The only moving thing
Was the eye of the blackbird.

II

I was of three minds,
Like a tree
In which there are three blackbirds.

III

The blackbird whirled in the autumn winds.
It was a small part of the pantomime.

IV

A man and a woman
Are one.
A man and a woman and a blackbird
Are one.

V

I do not know which to prefer,
The beauty of inflections
Or the beauty of innuendoes,
The blackbird whistling
Or just after.

VI

Icicles filled the long window
With barbaric glass.
The shadow of the blackbird
Crossed it, to and fro.
The mood
Traced in the shadow
An indecipherable cause.

VII

O thin men of Haddam,
Why do you imagine golden birds?
Do you not see how the blackbird
Walks around the feet
Of the women about you?

VIII

I know noble accents
And lucid, inescapable rhythms;
But I know, too,
That the blackbird is involved
In what I know.

IX

When the blackbird flew out of sight,
It marked the edge
Of one of many circles.

XAt the sight of blackbirds
Flying in a green light,
Even the bawds of euphony
Would cry out sharply.XI

He rode over Connecticut
In a glass coach.
Once, a fear pierced him,
In that he mistook
The shadow of his equipage
For blackbirds.

XII

The river is moving.
The blackbird must be flying.

XIII

It was evening all afternoon.
It was snowing
And it was going to snow.
The blackbird sat
In the cedar-limbs.


 

“¿Y el poema? ¿Dónde se sitúa el poema? Donde el pájaro, por supuesto. Busquemos al pájaro… El poema es lo que bebe el pájaro.”

Chantal Maillard, La baba del caracol. Vaso Roto, 2014

 

Jardins derasmus2 Jardins derasmus1


Los siete adagios de Erasmo de Rotterdam (1469-1536) que flotaban sobre los estanques eran los siguientes:

1012 : Difficilia quæ pulchra (« Las cosas bellas son difíciles »)
1193 : Ubi bene ibi patria [Quavis terra patria] (« La patria está allí dónde uno se siente bien »)
201 : Aut regem, aut fatuum nasci opportere (« Hay que nacer o rey o bufón »)
224 : Ubi amici, ibi opes (« Allí dónde están los amigos, allí esta la riqueza »)
1314 : Civis mundi sum, communis omnium vel peregrinus magis (« Soy un ciudadano del mundo, por todas partes en mi casa, o más bien, por todas partes un extranjero »)
3144 : Sidera addere cælo (« Añadirle estrellas al cielo »)
1001 : Festina lente (« Apresúrate lentamente»).