Medea. Pascal Quignard | Carlotta Ikeda

Pensando en el cuento de La Llorona

« Médée est debout dans le temple d’Héra.
Midi Médée médite.
Elle voit sur la droite, au loin, les ruines du palais qui a été brûlé, surmonté par la poussière et la nuée.
Elle a un air étrange, recueilli. Elle tient ses paupières baissées. Ce qu’elle médite monte en elle. Elle n’a pas encore d’intention. Elle hésite. Elle aime les petits. Elle hait son époux. Quelle est la plus grande joie pour une femme ? Se venger de son époux ? Préserver ses petits ? Elle est partagée : elle médite. Elle est déchirée : elle médite. Elle est extraordinairement belle. »

Extrait du texte de Pascal Quignard, Medea, collection Ritournelles, mars 2011.

Con Carlotta Ikeda (solo de danza), Pascal Quignard (texto) y Alain Mahé (música en directo, koto)


« Medea está de pie en el templo de Hera.
Mediodía Medea medita.
En el lado derecho, a lo lejos, ve las ruinas del palacio que ha sido quemado, ahora coronado por una nube de polvo.
Medea tiene una extraña actitud, está ensimismada. Ha bajado los párpados. Lo que medita asciende en ella. Carece aún de intención. Vacila. Ama a sus hijos. Odia a su esposo. ¿Cuál es la mayor alegría para una mujer? ¿Vengarse de su esposo? ¿Preservar a sus hijos? Se siente dividida: medita. Se siente desgarrada: medita. Es extraordinariamente bella.»

Versión castellana: Muriel Chazalon


Carlotta Ikeda, figura tutelar de la danza butoh, se encuentra con Pascal Quignard en torno a la Medea de Eurípides.
Quignard escribe un texto con el cual la bailarina va midiéndose hasta concebir un solo, acentuado por sus afinidades comunes: la poesía, la meditación, los fragmentos, la palabra y el silencio, el origen, el nacimiento, el sexo y la muerte.
Danzar el amor, escribir la premeditación, encarnar el terror, expresar el carácter complejo y contradictorio de esa mujer que representa, simultáneamente, la humanidad a través de su pasión y la inhumanidad por sus actos. El proyecto de Carlotta Ikeda y Pascal Quignard atravesará a Medea en forma de variaciones, con la imagen del volcán en cada uno de sus centros.

El personaje de Medea es una figura de la oscuridad y de la inquietud surgida en el transcurso de un atroz sufrimiento físico. Traicionada, repudiada por el hombre que deja entonces de amar, parece metamorfosearse, abandonada por su cuerpo, sometida a una cólera volcánica, llevada en una danza fantasmagórica que la empuja a cometer actos terribles que ya no domina, esos mismos gestos que antes cometía por amor. ¿Cómo bailar este dolor y este desamparo plenamente humanos?

Carlotta Ikeda teje estos temas con su danza que agita e interroga los fundamentos mismo del ser. Un encuentro esencial en lo más profundo con la lengua y el pensamiento de Pascal Quignard.

© La Grande Mêlée 2011

Esta función tuvo lugar en el Théâtre Paris-Villette du 7 al 19 febrero 2012

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