Hay libros a los que hemos de volver una y otra vez, y que releídos a la luz o a la sombra de ciertos acontecimientos contrastan lo más sombrío con un brillo específico, y subrayan lo más luminoso con una línea de sombra. En toda crisis, sea ésta personal o colectiva, es decir, en todas aquellas épocas –como la presente– que se vuelven punto de inflexión en la vida individual o en la de una colectividad, las palabras de Rilke son siempre ese abrevadero donde acude para desalterarse nuestra alma-anima-animal…
Feu clic per accedir a cartas.pdf
Me disculpo doblemente, pues ni encontré el nombre del traductor de esas cartas que Rilke escribió en alemán (el archivo deslizante que os adjunto proviene de la Facultad de Humanidades, Argentina), ni recuerdo de dónde saqué la fotografía de Rilke leyendo, que tenía en mi archivo personal.