Por un sereno y bondadoso 2021

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confía en ti, se dijo, y sintió que volvía

la frase, confía en la gracia, eso que está

en ti, la nada y el miedo que hay

en ti te ayudarán, y la fatiga, que la energía

vaya a menos, que para quienes quieres

sea leve, la gracia te ayudará

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Olvido García Valdés, Confía en la gracia, Tusquets, 2019

Fotografías: Isabel Muñoz, Mevlevi, 2008

¡Feliz año nuevo a todas.os desde esta bitácora lobuna!

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Confía en la gracia: el nuevo poemario de Olvido García Valdés

Confía en la gracia (Tapa blanda) · Poesía · El Corte Inglés

El nuevo poemario de una de las voces más singulares de la poesía española contemporánea.

La de Olvido García Valdés es una obra de singular cohesión interna y de gran libertad tonal y formal. Como si cada libro —Del ojo al hueso (2001), Y todos estábamos vivos (2006), Lo solo del animal (2012)— fuese explorando las vías de libertad abiertas por el anterior. Elaborado entre 2012 y 2019, confía en la gracia se une ahora a esa lenta sucesión. Si la poesía, los poemas, han sido el trabajo en que se ha condensado la vida, como ha dicho la autora, en este volumen esa labor alcanza una rara intensidad. Voces hablan y el poema escucha. La percepción de que somos accidente, no sustancia, cierta zozobra y un oído muy fino se conjuran al fondo de la escritura. Singularidad (conocimiento, emoción) e impersonalidad parecen ir tejiéndola. O lo que es lo mismo, un sentimiento auténtico en la experiencia y la vibración de lo colectivo se aúnan en este libro extraordinario.

«cazuela a fuego lento, lo que el temor cocina

se transforma o transmuta y puede

convertirse en bondad»

Además, en noviembre saldrá a la luz, previsiblemente, una nueva antología de la autora, titulada dentro del animal la voz (Antología 1982-2012)en Editorial Cátedra, colección Letras Hispánicas, con un estudio crítico introductorio a cargo de Vicente Luis Mora Miguel Ángel Lama.

Enlaces:

Olvido García Valdés, durante una visita a León, en la Plaza del Grano. Fotografía: Rafa Murciego.

Olvido García Valdés (Santianes de Pravia, Asturias, 1950). Escritora y traductora.

Licenciada en Filología Románica y en Filosofía. Profesionalmente, ha sido Catedrática de Lengua Castellana y Literatura. Fue también Directora del Instituto Cervantes de Toulouse y Directora General del Libro y Fomento de la Lectura. En la actualidad reside en Toledo.

Entre otros premios, se le concedió en 2007 el Premio Nacional de Poesía por su libro Y todos estábamos vivos (Tusquets, Barcelona, 2006, 2007). En Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida (1982-2008) (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2008, 2016) se recoge su obra poética entre esas fechas. Posteriormente ha publicado Lo solo del animal (Tusquets, Barcelona, 2012) y en estos meses aparecerán Confía en la gracia (Tusquets, Barcelona, 2020) y dentro del animal la voz –Antología 1982-2012– (Editorial Cátedra, colección Letras Hispánicas, Madrid, 2020, en prensa). Libros suyos han sido traducidos al francés, inglés, italiano, polaco y sueco; igualmente sus poemas han aparecido en alemán, portugués, rumano, griego, serbio, árabe y chino.

Es asimismo autora del ensayo biográfico Teresa de Jesús, de textos para catálogos de artes plásticas (Zush, Kiefer, Vicente Rojo, Tàpies, Juan Soriano, Bienal de Venecia 2001, Broto…) y de numerosos ensayos de reflexión literaria. Ha traducido La religión de mi tiempo y Larga carretera de arena de Pier Paolo Pasolini, y (en colaboración) la antología de Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva El canto y la ceniza, así como El resto del viaje y otros poemas, de Bernard Noël. Ha codirigido la revista Los Infolios, y fue miembro fundador de El signo del gorrión (1992-2002). Ha dirigido o coordinado diversos cursos, seminarios y ciclos de poesía contemporánea.

Lo solo del animal. Olvido García Valdés

Rudyard Kipling_The Cat That Walked by Himself


esa agua es la casa de la nutria,

el brillo oscuro,

su alegría fría,

la corriente en la noche

su rapidez de nadadora


*


Era un parque en abril. Por el declive hacia el camino el
perro se acercaba arrastrando una pata de palo con forma de
pata de chivo por toda extremidad trasera. Se arrastraba
acercándose. Antes había habido un gato agrisado. Ahora el
perro traía su pregunta. Cabía alejarse, cabía tomar en car-
ga la pata de palo con forma de pata de chivo. Venía,
no distinto del gato, no distinto
del martinete quieto, casi dentro del río,
oblongo y blanquecino salvo la capa negra,
vertical con sus patitas de mirlote grande,
en el contrafuerte, sobre el bullir del río en la crecida.

*

decía que había sido y era

en ésta y no en otra vida por

la impresión o el sonido

fijeza móvil o desdicha

bestia parda brillo maullido

negro canto


*


le envuelven los sonidos, no localiza

con precisión de dónde vienen

pareciera de enfrente y son

de atrás, le resulta lejano

y ve al pájaro ahí mismo

en esa rama, giran seres

y afectos empujándose, opaco

casi violento mirar fuera


Olvido García Valdés. Lo solo del animal. Tusquets, 2012


*


si me dejaras ir contigo en la noche,

en la hora parda del metro, antes

de amanecer, si pudiera acoger,

contemplar todo hueso tu rostro el gesto

de fiera que piensa y vive sola, si no

se removieran airadas las palabras,

si no sintiera el viento que azota los

árboles arriba; qué hice que no

recuerdo, qué hicieron, dónde

ocurre la vida y es libre y no

benigna, dónde con su herida

lo solo del animal


Olvido García Valdés. Y todos estábamos vivosTusquets, 2006


*


Si el lobo te ve antes,

te quedarás sin voz.  En las podres

entrañas zumban, bullen,

brotan en nubes y formando

racimos, de la trunca

cabeza brota el canto,

de lo podre la abeja.

 

*

 

Los animales se mueven en parejas, si uno

describe círculos

sobre el suelo blanco y luego muere,

el otro en la siguiente noche repetirá

las huellas. Late bajo los pies

el recorrido de otros pies, casi deslumbra

el suelo al encender la luz, negra

naveta diminuta

 

*

 

los dos caminan, animal

tras animal, con confianza

y cadencia, con conocimiento siguen

entre dulces encinas y crespos

robles amarillos, animales

que duermen en el campo

y con su aliento se acogen.

 

*

 

Manazana asada y frío, arropan

los amigos al cruzar, o arriba

(cierra los ojos para oír), estridencia

inflama el corazón: ¿qué

tiene que nos lleva

ese ruido animal gregario

y transparente (por qué formula

el alma y como animales nos desuella)?


Olvido García Valdés. “Del ojo al hueso” in Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida (1982-2008). Galaxia Gutenberg, 2008


Olvido García Valdés 

OLVIDO GARCÍA VALDÉS (Santianes de Pravia, Asturias, 1950). Licenciada en Filología Románica y en Filosofía. Entre otros premios, se le concedió en 2007 el Premio Nacional de Poesía por su libro Y todos estábamos vivos (Tusquets Editores, Barcelona, 2006). En Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida (1982-2008), editado por Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, Barcelona en 2008, se recoge su obra poética entre esas fechas. Posteriormente ha publicado Lo solo del animal (Tusquets Editores, Barcelona, 2012).


Una entrevista con Olvido García Valdés (2014): “Están muy solos también los animales”: http://www.abc.es/cultura/libros/20140811/abci-olvido-garca-valds-poesa-201408041118.html

Entrevista de Vicente Luis Mora en el 2006 a raíz de la publicación de su poemario “Y todos estábamos vivos” que obtuvo poco después, en 2007, el Premio Nacional de Poesía:   http://vicenteluismora.blogspot.com.es/2007/10/entrevista-olvido-garca-valds.html

Vídeo-entrevista a Olvido García Valdés en homenaje a Roberto Bolaño en la VII edición de Kosmopolis 2013 en el CCCB:   http://www.cccb.org/es/multimedia/videos/entrevista-a-olvido-garcia-valdes/211055

Imagen: Rudyard Kipling, The Cat That Walked by Himself

 

Olvido García Valdés: una meditación: ¿Dónde nos sentimos vivir?

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He vuelto a leer en estos últimos días del año la obra de Olvido García Valdés, magnífica poeta y, a la par, aguda pensadora (¿cómo no?).
En uno de sus textos sobre el proceso de la escritura, recogido al final de su “poesía reunida” (
Esa polilla que delante de mí revolotea, editado por Galaxia Gutenberg), encuentro unas reflexiones que depositaré aquí como unos guijarros al borde del camino, así como dos poemas sacados de “Del ojo al hueso”, título que se me antoja tan en consonancia con nuestro trabajo!


 

En una entrevista, Gary Snyder se refería a la meditación con estas palabras: “De hecho, como sabe cualquiera que haya praticado suficientemente la meditación, aquello a lo que se apunta no es nunca lo que se alcanza. Aquello a lo que se apunta no es, curiosamente, lo que se obtiene; la voluntad consciente no puede alcanzarlo. Hay que practicar una especie de distracción cuidadosa, pero en verdad relajada, que permita al inconsciente hacer su propio trabajo de ascenso y manifestación. Sin embargo, en el momento en que uno, alerta, se dispone a apresarlo, se escapa, se desliza hacia el fondo. Es algo muy semejante a lo que ocurre en la caza estática: te detienes en algún lugar en el bosque y permaneces inmóvil hasta que las cosas comienzan a vivir, empiezan a aparecer ardillas, gorriones y conejos que estaban ahí desde el principio, pero que se zambullen en algún rincón cuando se los mira de cerca. También la meditación es así”.
Como la poesía.

*

A veces me acometen crisis de irrealidad; no de identidad, sino de irrealidad; no quién soy, sino si estoy. ¿Dónde vivimos? (El plural acoge a muchos, pero solos.) No dónde se nos ve, se nos encuentra, sino dónde nos sentimos vivir. ¿Qué lugar es ése, semejante a los del sueño en que no es el de la vida real? Hay estratos ahí, no de profundidad, sino de coloración, de presencia de ciertas afecciones.

*

fulgor de los espinos y el musgo, casa
no hay para nadie, en los bosques
moramos

(Del ojo al hueso)

*

Habla de líquenes, materia
de la memoria, forma
que se toma a lo informe
por sedimento y desgaste, huella
y gesto del conocer. Nos cría el enemigo, de él
absorbemos potencia, ¿lo que quema nos salva?
Deja el nombre su muesca, su torcido
colmillo, deja su luz.

Ahora me pregunto
qué es un poema y qué la enfermedad, los grados
de sufrimiento tras los que corre
el alma. No sé dónde va el alma, conozco
en cambio bien figuras
que la noche espolea. No sé
de los poemas, sólo por semejanza.

(Del ojo al hueso)