Nuestra huesera, Georgia O’Keeffe, llega a Grenoble este invierno

Georgia O’Keeffe y sus amigos fotógrafos

del 7 de noviembre 2015 al 7 febrero 2016

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Primera monografía consagrada en Francia a la pintora americana Georgia O’Keeffe, la exposición programada este otoño al museo de Grenoble constituye un acontecimiento excepcional. Una visión inspirada por la fotografía moderna. Las pinturas de Georgia O’Keeffe irán acompañadas por las fotografías de Alfred Stieglitz, de Anselm Adams, de Paul Stand…


http://www.museedegrenoble.fr/1702-georgia-o-keeffe.htm

Acontecimiento. Kenneth White

Joaquim Reberté _Tardor al Montseny

Algo enrojece ahí fuera
enrojece muy despacio –
ellos lo llaman otoño

Event

Something reddening out there
very quietly reddening –
they call it Autumn

in L’ ermitage des brumes. Occident, Orient et au-delà. Editions Dervy, Paris, 2005.

Version castellana de Muriel Chazalon
Fotografía de Joaquim Reberté, Tardor al Montseny

Ingoma Nshya, tambores que curan mujeres en Ruanda

Seguimos trabajando con nuestro cuento de La mujer esqueleto y, entrando ahora en la tarea del tambor y el canto del corazón, este vídeo me pareció un formidable testimonio de la capacidad de revitalización y de re-energetización de las mujeres, de la regeneración de su fuerza física y moral y de su valentía en circunstancias muy adversas… Fueron capaces juntas, tal como sale reflejado en la filmación, de crear “un espacio liberado de los demonios de nuestra vida cotidiana” y, uniéndose en el ritmo, encontraron un espacio de alegría compartida, y una cura… El tambor suena, los cuerpos vibran, comienza el hechizo, disfrutad del espectáculo!

“En un país que estaba completamente dividido, la gente necesitaba espacios para compartir. Y las actividades creativas resuenan más profundamente que cualquier discurso”.

El genocidio también alteró el orden y las jerarquías sociales en Ruanda. Ingoma Nshya, el primer grupo de mujeres tamborileras del país es un ejemplo de ello. Antes de las masacres, los tambores sólo podían ser tocados por algunos hombres, cuidadosamente seleccionados. Hoy en días las mujeres tamborileras de Ingoma están reconocidas internacionalmente, han realizado giras por todo África, Europa y Estados Unidos. Sin embargo, a la vez que un modo de dar recursos a las mujeres participantes, esta idea de Odile Katese que se ha desarrollado en el marco de la Universidad de Butare, es y ha sido sobretodo una forma de terapia colectiva que, a través de la creación y del arte, ha ayudado a la sanación de este grupo de mujeres.

Vídeo perteneciente al Especial http://despuesdelapaz.periodismohumano.com

Vídeo de la presentación de La mujer de pie en La Central de Barcelona

El miércoles 16 de septiembre, Chantal Maillard, acompañada del director de Galaxia Gutenberg, Joan Tarrida, y del filósofo Miguel Morey, presentó su último libro La mujer de pie. Más que asistir a una presentación ad hoc, celebramos un acontecimiento. Sólo remarcaré que fue un placer oír la atinada introducción de Miguel Morey que resultó ser una valiosa guía para acceder a la multidimensionalidad de los planos y capas que configuran este libro inclasificable que es La mujer de pie. Luego quedó vibrar, oscilar, en aquellas brechas y fisuras que la intensa voz de Chantal Maillard iba abriendo, ahuecando, desfondando, cauterizando, modulando adentro y en derredor de todos los ahí presentes… Agradecidos y agradecidas estamos, siempre.

Filmación y edición de nuestra compañera Dulce Rosas.

In Memoriam Chantal Akerman

Chantal Akerman

Su llama se apagó. La cineasta belga se suicidó el 5 de octubre en Paris, tenía 65 años. Todavía estoy bajo el shock de la noticia…

Una realizadora radical, tensa como un arco, que a lo largo de su trayectoria rehuyó las normas narrativas y los encasillamientos fáciles, haciendo porosa la frontera entre documental y ficción. Sus películas hibridan lenguajes divergentes, articulan múltiples estratos/sustratos, tantean ese borde inasible entre el afuera y el adentro, sus fotogramas anidan en espacios o escenarios clausurados, introvertidos, abriendo sin embargo (¡O paradoja!) múltiples cauces que desbordan sobre la alteridad del mundo, del tú, del mí (es inevitable el guiño con otra belga de nacimiento, otra Chantal, otra, Maillard, con la que encontraríamos unos cuantos hilos comunes, un ritmo, hilvanando lo deshilvanado… deshilachando lo hilvanado… la misma intensidad, el mismo escalpelo… aunque en Ch. M. alberga una extraña… serenidad… a pesar de… que… todo…  …  ..  .  .  . )

La cineasta describe, dice y muestra, la alienación femenina, la alienación en la vida cotidiana, en la sexualidad, en la política, la alienación tout court

De momento, sólo compartir Ch. Ak.

https://www.youtube.com/watch?v=lisI6z3UgRc

http://www.slate.fr/story/107905/chantal-akerman-mort

http://next.liberation.fr/culture-next/2015/10/06/chantal-akerman-faisait-des-films-avec-sa-chair-sa-peau-sa-vie_1398256?utm_campaign=Echobox&utm_medium=Social&utm_source=Facebook

http://www.filmaffinity.com/es/search.php?stype=director&stext=Chantal+Akerman

https://es.wikipedia.org/wiki/Chantal_Akerman

Aquello que se derrama. Chantal Maillard

Rain_Vadim Trunov


Hoy me encontré un saltamontes verde. Sus alas como hojas tiernas, plegadas después del vuelo. Me acerqué. Se dejó coger. Hubo un movimiento en mi pecho, algo así como agua derramada. Le señalé la hierba. No la quiso. Subió por mi brazo, subió hasta posarse en mis labios. Yo, quieta como un árbol. A salvo el corazón, o como quiera llamarse a aquello que se derrama. Luego se aposentó en el párpado: pequeñas grapas sus patas, cosiéndome la vista. Suave, amable ceguera del ojo. Por más que le indicara el camino de vuelta a tierra, no quería, el insecto, volver a ella. No sabría decir si de amor, por su parte, se trataba. Sin otro recurso, por la mía, tuve que hablarle, tuve que despedirme.

Chantal Maillard. La mujer de pie. Galaxia Gutenberg, 2015

Fotografía: Rain. Vadim Trunov

Una o muchas arañas. Chantal Maillard

Louise Bourgeois & Chantal Maillard

Chantal Maillard en el patio del museo Picasso de Málaga bajo una de las arañas de Louise Bourgeois donde ha estado impartiendo un taller de escritura creativa “Una o muchas arañas” en torno a la obra de la artista francesa. Para acompañar el evento, os dejo dos extractos como migajas de pan; el primero es sacado de su conferencia, En la traza, Pequeña zoología poemática, el segundo, de su último libro, La mujer de pie.

“… [La araña] pone en relación los puntos de referencia que escoge en su espacio y, entre ellos, teje su tela. El universo como tela mejor que como construcción. La madre araña en vez del demiurgo arquitecto. Lo prefiero. Femenizar el tópico: en vez de la producción del demiurgo, la subsistencia del insecto. El demiurgo produce, ofrece y pide cuentas; es la ideología del capitalismo. La araña segrega y reabsorbe; es la economía de la subsistencia.

Porque la araña no teje por placer, sino por necesidad. Al igual que el artista de los tiempos antiguos, la finalidad de su obra es exterior a la obra misma […]. Pero ¿quién actúa solamente por el placer de actuar sin atender al resultado? Y, por otra parte, en el caso del arte, ¿quién es la presa? ¿Quién, al sentirse atraído por la elasticidad de la trama, se acerca y se queda en ella prendido, preso? Tal vez se trate de eso que somos más allá del mí, de eso que somos todos, entre todos. todas las presas son la misma presa, reabsorbida una y otra vez por la araña. La madre araña. La gran diosa o el brahman –al que las upaniṣads comparan a una araña– que reabsorbe en sí las formas del universo, la diversidad ilusoria, los mí que somos todos en el gran escenario.

Sí, la araña, la tejedora, es, al fin y al cabo, una metáfora adecuada. El fin es exterior y propio al mismo tiempo. Nosotros somos la presa y también somos la araña, la tela y el acto de tejer.”

Chantal Maillard, La baba del caracol: 31-32. Vaso Roto Cardinales, 2014.

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“El cerebro segrega el pensamiento como el hígado segrega la bilis”, dijo el fisiólogo ilustrado y liberal Pierre J. G. Cabanis. Algo más tarde, ya avanzado el siglo XIX, exiliado en Suiza por razones políticas, Carl Christof Vogt, fisiólogo igualmente además de zoólogo y geólogo, afirmaba: “El cerebro segrega el pensamiento como el estómago segrega el jugo gástrico, el hígado la bilis y los riñones la orina”. Pero si bien estos científicos habían utilizar el verbo “segregar” para referirse a la función cerebral, no lo habían relacionado con el proceder de la araña. De la secreción orgánica a la secreción arácnido hay una conexión metafórica, y ésta la efectuaría Nietzsche al imaginar (pues de una imagen se trata) que producimos las nociones de espacio y tiempo con la misma necesidad con que la araña teje su tela, y al definir el concepto de “Dios” como la araña imperativa que legisla, oculta tras la tela de la causalidad. ¿Habría comentado Deussen con su amigo Nietzsche aquel sutra de la Mundaka Upanishad (1.1.7) que compara el proceder del Brahman con el de la araña: “Así como la araña (aksara) segrega su hilo y lo recoge […], así el universo surge del imperecedero”? Es posible.

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Friedrich Nietzsche (Genealogía de la moral): “Hybris es hoy en día nuestra actitud para con la naturaleza, la violencia que ejercemos sobre la naturaleza con ayuda de nuestras máquinas y la inventiva sin escrúpulos de técnicos e ingenieros; hybris, nuestra actitud para con Dios, quiero decir, para con alguna supuesta araña de imperativo moral y de finalidad que se oculta detrás del gran tejido, la gran red de la causalidad –podríamos decir, como decía Carlos el Temerario en su lucha contra Luis XI: ˝Je combats l’universelle araignée˝ [lucho contra la araña universal]–; hybris, nuestra actitud hacia nosotros mismos –pues experimentamos con nosotros como no nos permitiríamos hacerlo con ningún animal y, con satisfacción y curiosidad, diseccionamos viva nuestra alma: ¡qué nos importa ya la ˝salvación˝ del alma!”

Para combatir a la araña sin caer preso en su tela es menester tomar distancia. Pero ¿cómo, a un tiempo amigo y enemigo, observador y observado, situarse para ello?

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Luis XI de Francia era apodado “la Araña Universal” por su falta de escrúpulos para anexionarse los territorios pertenecientes a la nobleza feudal con toda clase de subterfugios.

La tela de la araña nunca excede la parte del territorio que ha de abarcar para saciar su hambre, y ésta no supera la necesidad que su cuerpo tiene para sostenerse en vida. El hambre de la mente, en cambio, es sin medida.

En el año 1476, Carlos el Temerario, último duque de Borgoña, perdió la batalla y la vida al sur de Nancy contra las tropas mercenarias de Luis XI.

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Mecanismos de expansión: cursos y dis-cursos /di-vagaciones / devaneos / dis-persiones / delirios.

Estimulada con una u otra sustancia, la araña teje de modo errático. Según el estado de su sistema neurológico, así será su tela.

Taladrada por la aguja-mezcal, la aguja-benzedrina, hidrato de cloral o cafeína, sigue salivando. Saliva sin cesar.

Araña errática que errante vaga, divaga, va. Trazando patrones extraños, extra-vagantes.

La araña errática delira: se sale del surco, línea o trazo pre-tendido. Y así abre espacios no inteligibles, hermosos de tan poco inteligibles.

La belleza de lo errático consiste precisamente en el diseño alterado de la tela.

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A imagen de la araña cósmica (akṣarabrahman), la mente de cada cual segrega su universo. Elabora la red siguiendo un orden lógico aunque, más a menudo, deja que se construya por la inercia de las asociaciones y la contigüedad.

Incontinencia del órgano mental. Araña siempre despierta -nunca vigilante- ensalivando día y noche. Sin fin ni provecho.

Al final de la vida, un hilo de saliva queda detenido al borde de los labios.

Chantal Maillard. La araña / La saliva, in La mujer de pie. Galaxia Gutenberg, 2015