La práctica de lo salvaje: “Naturaleza, salvaje y selva”. Gary Snyder

Gary-Snyder


Se publica por primera vez en castellano «La práctica de lo salvaje», una recopilación de los ensayos completos de Gary Snyder. En estas 260 páginas el autor propone la recuperación de una condición esencial que nos vincule verdaderamente con el territorio, la comunidad natural y con nuestro propio ser salvaje.


Las palabras naturaleza, salvaje [wild] y selva [wilderness] (1)

Comencemos por naturaleza. La palabra naturaleza proviene del latín natura, “nacimiento, constitución, carácter, curso de las cosas”, originalmente de nasci, nacer. De ella derivan nación, natal, nativo, preñada. La probable raíz indoeuropea (a través del griego gna, de ahí cognado y agnado) es gen, que proviene del sánscrito jan, que a su vez nos da generar y género, y las palabras kin y kind en inglés.

La palabra tiene dos significados ligeramente diferentes. Uno es “el exterior”, el mundo físico, que incluye a todos los seres vivos. Por definición, la naturaleza es un ordenamiento del mundo que se aparta de las características o creaciones de la civilización y la voluntad humana. Se dice que son “antinaturales” la máquina, el artefacto, lo inventado o lo extraordinario (como una ternera bicéfala). El otro significado, más amplio, es “el mundo material o el conjunto de sus objetos y fenómenos”, incluyendo los productos de la acción e intención humana. En tanto agente, la naturaleza se define como “la acción física creadora y reguladora que opera en el mundo material y es causa inmediata de todos sus fenómenos”. El pensamiento científico y algunos tipos de misticismo proponen correctamente que todo es natural. En este marco la ciudad de Nueva York no tiene nada de antinatural, ni tampoco los desechos tóxicos o la energía atómica, y por definición nada de lo que hacemos o experimentamos en la vida es “antinatural”.

¿Qué constituye entonces lo “sobrenatural”? Una manera de abordarlo es decir que designa fenómenos ocurridos a tan pocas personas que se duda de su existencia. Sin embargo, estos hechos –fantasmas, dioses, transformaciones mágicas y demás– se describen con suficiente frecuencia como para que sigan intrigándonos y, para algunos, sean creíbles.

Preferiría usar la palabra naturaleza referida al universo físico y todas sus propiedades. Pero, a veces, incluso aquí, aparecerá con el significado de “aire libre” o “lo no humano”.

La palabra wild es como un zorro gris alejándose al trote por el bosque, ocultándose tras los arbustos, apareciendo y desapareciendo. De cerca, a primera vista, es “wild” [salvaje]; observado nuevamente más lejos entre los árboles será wyld, y por vía del antiguo noruego villr y el antiguo teutónico wilthijaz, retrocede a un vago y preteutónico ghweltijos, que aún significa “salvaje” y quizás “boscoso” (wald). Ahí se esconde, con conexiones posibles con will, con el latín silva (selva, salvaje) y con su raíz indoeuropea ghwer, origen del latín ferus, del cual provienen feral y feroz (que nos lleva nuevamente a lo que Thoreau llama “la terrible ferocidad”, que comparten los amantes y las personas virtuosas).

El Oxford English Dictionary describe el término de la siguiente manera:

Animales: sin domar, sin domesticar, rebeldes.
Plantas: sin cultivar.
Tierra: deshabitada, inculta.
Cosechas: producidas o surgidas sin labranza.
Sociedades: incivilizadas, rudimentarias, que se resisten al Gobierno constituido.
Individuos: sin restricciones, insubordinados, licenciosos, viciosos, rústicos. (“Viudas salvajes y maliciosas”, 1614).
Conductas: violentas, destructivas, crueles, rebeldes.
Conductas: simples, libres, espontáneas. (“[…] trina las salvajes notas de sus bosques nativos”. John Milton)

Salvaje se define principalmente en nuestros diccionarios por lo que, desde el punto de vista humano, no es. Con esa perspectiva no puede revelarse lo que sí es. Veámoslo de otra manera:

Animales: agentes libres, cada uno con sus propias cualidades, viviendo dentro de los sistemas naturales.
Plantas: que proliferan y se mantienen por sí mismas, creciendo de acuerdo a sus cualidades innatas.
Tierra: un lugar en el que la vegetación y la fauna originales y potenciales están intactas, en interacción plena, y en el que los accidentes del terreno son enteramente el resultado de fuerzas no humanas. Prístino.
Cosechas: suministro de alimentos provisto y sostenible por la abundancia y la fertilidad naturales de las plantas silvestres en su crecimiento y producción de frutas y semillas.
Sociedades: aquellas cuyo orden surge intrínsecamente y se mantiene por la fuerza del consenso y la costumbre, en contraposición a una legislación explícita. Las culturas primigenias, que se consideran a sí mismas moradoras originales y eternas de su territorio. Sociedades que confrontan la dominación económica y política de la civilización. Sociedades cuyo orden económico está en relación cercana y sostenible con el ecosistema local.
Individuos: que siguen los hábitos, estilos y protocolo locales sin preocuparse por los estándares de la urbe o de los lugares de intercambio más cercanos. Valeroso, autosuficiente, independiente. “Orgulloso y libre”.
Carácter: que resiste ferozmente cualquier opresión, confinamiento o explotación; atrevido, escandaloso, “malo”, admirable.
Conducta: natural, libre, espontánea, no condicionada. Expresiva, física, abiertamente sexual, extática.

La mayoría de los sentidos de esta segunda lista se acerca a la manera en que los chinos definen el término tao, “el camino” de la gran naturaleza; supone eludir el análisis, ir más allá de las categorías, ser auto-organizado, auto-informado, lúdico, sorprendente, transitorio, insustancial, autónomo, completo, ordenado, sin mediaciones, con legitimidad y disposición propias, complejo, bastante simple. Simultáneamente vacío y lleno. En algunos casos lo llamaríamos sagrado y no está lejos del término budista dharma en sus sentidos originales de formarse y afirmarse.

La palabra selva [wilderness], antes wyldernesse, del inglés antiguo wildeornes, quizás derivado de wild-deer-nessdeor: ciervos y otros animales del bosque–, aunque más probablemente de wildern-ness, tiene estas acepciones:

– Una extensión amplia de tierra salvaje, con flora y fauna originales, que puede ser desde una jungla cerrada o bosque húmedo hasta terrenos árticos y alpinos de “selva blanca”.
– Tierra baldía, un área sin uso o inservible como pasto o tierra de labor.
– Un espacio de mar o aire, como en la cita de Shakespeare, “Ahora soy como aquel que está sobre una roca, rodeado por un desierto de mar” (Tito Andrónico). Los océanos.
– Un lugar peligroso y difícil donde se asumen riesgos, se depende de la propia pericia y no se cuenta con ser rescatado.
– El mundo, en contraposición al cielo. “Caminé a través de la selva de este mundo” (El progreso del peregrino).
– Un lugar de abundancia, como en la frase de John Milton “una selva de bienes”.

El uso que Milton hace de la palabra selva captura las verdaderas cualidades de energía y riqueza presentes tan a menudo en los sistemas salvajes. “Una selva de bienes” se asemeja a los billones de pequeños arenques o caballas en el océano, a los kilómetros cúbicos de kril, a las semillas de la hierba de las praderas salvajes, que llevan al pan de nuestros días, hecho de los gérmenes de las hierbas, y a la increíble fecundidad de todos los pequeños animales y plantas que alimentan la red. Pero, por otra parte, lo selvático sugiere el caos, el eros, lo desconocido, el ámbito del tabú, el hábitat tanto de lo extático como de lo demoníaco. En ambos sentidos es un lugar arquetípico de poder, enseñanza y desafío.

La condición salvaje

De manera que podemos afirmar que las ciudades de Nueva York y Tokio son “naturales” sin ser “salvajes”. No se desvían de las leyes de la naturaleza, pero se trata de hábitats tan exclusivos en cuanto a quién y a qué dan cobijo –además de tan intolerantes para con otros seres– que constituyen una verdadera rareza. Un entorno salvaje es un lugar en el cual el potencial salvaje se expresa de lleno, como en la diversidad de seres vivos y no vivos que florecen de acuerdo a su propio sentido del orden. En ecología hablamos de “sistemas salvajes”. Cuando un ecosistema funciona plenamente, todos sus miembros están presentes en la asamblea. Hablar de naturaleza salvaje es hablar de totalidad. Los seres humanos surgieron de ella, y considerar la posibilidad de reactivar nuestra pertenencia a la asamblea de todos los seres no es en absoluto retrógrado. […]”

______________

(1): Wilderness: en el texto original, el autor rastrea en detalle la etimología de esta palabra. Su traducción al castellano por “selva” no tiene la misma correspondencia etimológica, pero hemos preferido no alterar una argumentación que consideramos importante. (N. d T.)

Extractos del libro de Gary Snyder, La práctica de lo salvaje. Trad. Nacho Fernández R. y José Luis Regojo. Varasek ediciones, 2015.

Aquí podéis leer las 40 primeras páginas del libro que ya está en las librerías:

Feu clic per accedir a la-practica-de-lo-salvaje.pdf

 

Snyder

Gary Snyder (San Francisco, 1930) es un poeta, traductor, ensayista, conferencista y activista del medio ambiente estadounidense, perteneciente a la Generación Beat y al renacimiento de San Francisco; inspiró «Los vagabundos del Dharma» de Jack Kerouac. Autor de más de veinte colecciones de poesía y prosa, Snyder ganó el Pulitzer en 1975 y fue finalista del National Book Critics Award en 1992 y 2005. Ha obtenido los premios Bollingen Poetry Prize, el Robert Kirsch Lifetime Achievement Award y el Premio Ruth Lilly de Poesía 2008. Ferlinghetti habló de él como el Thoreau de la generación beatnik. Se le ha descrito como un eco-poeta y un eco-luchador. Apunta a William Blake, Walt Whitman, Jeffers, Ezra Pound, el drama Noh, los aforismos Zen, Federico García Lorca y Robert Duncan como influencias significativas, pero añade «la influencia del haiku y de la poesía china es más profunda». Ha realizado todo tipo de trabajos: ha sido granjero, leñador, marinero y forestal además de profesor universitario, novicio budista en Japón y Vagabundo del Dharma. Ha viajado durante años sobre todo por Japón e India. Y es íntimo conocedor del entorno natural de la Sierra Nevada californiana donde vive desde hace años, en Tamalpais, o de fronteras remotas como Alaska.

«La práctica de lo salvaje propone que nos ocupemos de algo más que de la ética medioambiental, la acción política o un activismo útil e ineludible. Debemos enraizarnos en la oscuridad de nuestro ser más profundo».


 «Lo salvaje, tantas veces despachado como caótico y brutal por los pensadores civilizados, responde en realidad a un orden imparcial, implacable y hermoso, a la vez que libre».


13 pensaments sobre “La práctica de lo salvaje: “Naturaleza, salvaje y selva”. Gary Snyder

  1. Muriel, sería estupendo que al publicar párrafos de esta obra de GS en castellano, citarais también a los traductores , Nacho Fernández R. y José Luis Regojo.
    Un abrazo, NFR.

    1. Gracias a ti, Muriel. Lo esencial, en cualquier caso, es la obra del autor. A este respecto, para los interesados en la poesía, deciros que está en imprenta la reedición de “La mente salvaje, poemas y ensayos”, la edición que hicimos en Árdora en el 2000 y se agotó. Aparece ahora con el título de “La mente salvaje, nueva antología,” e incorpora el doble de poemas (45 más) y cuatro ensayos, incorporando textos de sus últimos libros. Un abrazo!

  2. Fantástica noticia la que traes, Nacho! Estaremos atentas a su reedición, no lo dudes, y nos haremos eco de ello. Nuestra gratitud a Snyder por escribir estos textos hoy tan necesarios, y a ti por verter con tal nitidez al castellano su ritmo y su letra! Hasta pronto, Nacho. Abrazo lobuno!

  3. Eso es mucho elogio, Muriel… Mandadme una dirección de correo postal y os haremos llegar un ejemplar. Si vamos a Barna a presentar os avisamos…

  4. Es sólo un justo elogio, Nacho, sin vosotros, los traductores, nos perderíamos sin duda muchos tesoros literarios, filosóficos, poéticos y demás! Además de ser la vuestra una faena a menudo poco o mal reconocida, como yo misma he demostrado con mi olvido! ¡Lección aprendida!

    Te agradezco mucho que nos avises si venís a presentar el libro en Barcelona, y si encima nos haces llegar un ejemplar, entonces la loba-en-mí dará un doble salto de alegría! Lo puedes enviar a mi nombre, Muriel Chazalon, a la Librería Pròleg, Sant Pere més Alt, 46. 08003 Barcelona.

    Muy agradecida, Nacho y hasta pronto espero!

  5. Gracias por la mención a los traductores. No es normal. Por cierto, supongo que ya conocerás la obra de Gary Snyder traducida al catalán ‘Les muntanyes són la teva ment’ de Tushita edicions, traducida por Jaume Subirana y José luis Regojo. Saludos

  6. Un placer, José Luis, ya que mi torpe olvido ha dado pie a este intercambio con vosotros, sus traductores! Sí, conocemos la obra de GS que mencionas y le dedicamos una entrada en su momento: https://blogdelesllobes.wordpress.com/2013/12/28/les-muntanyes-son-la-teva-ment-2/.
    También tuvimos la suerte de verlo en persona cuando vino a Barcelona en mayo del 2011 y presentó el documental The Practice of the Wild.
    https://blogdelesllobes.wordpress.com/2011/05/17/gary-snyder-a-barcelona-primeres-impressions/
    Saludos lobunos y hasta pronto.

  7. Muriel, he hecho hoy los envíos de Barcelona, y te mandado un ejemplar de la “Nueva antología” de Snyder.
    Un abrazo,
    Nacho.

  8. Muchas gracias, Nacho! Ten por seguro que nos lo leeremos con fruición y con mucha atención. Enhorabuena por la edición y por tu traducción sin la que nos perderíamos uno de los autores imprescindibles de nuestros tiempos!
    Un fuerte abrazo.

  9. Nacho, ya he recibido el ejemplar de la nueva Mente salvaje, y te lo agradezco mucho! He empezado a disfrutar de su lectura… Pronto más noticias en esta bitácora lobuna!
    Que vaya bien vuestra ronda de presentación, avisadnos si os trae a Barcelona!
    Un abrazo.

  10. Estupendo. Charlaremos de los dos nuevos libros de Snyder (“La mente salvaje, nueva antología” poemas y ensayos, en Árdora, y “La práctica de lo salvaje”, ensayos, en Varasek, en Barcelona el jueves 9 de junio, a las 19:30h en La Central del Raval. Iremos los dos traductores (José Luis Regojo y yo, y nuestro amigo el poeta Jaume Subirana). Estáis todas y todos invitados, claro. Un abrazo,
    Nacho.

  11. Qué buenas noticias, Nacho!
    Tomamos nota y procuraremos asistir a la presentación de los libros de G. S.
    Hasta entonces pues en el Raval.
    Un abrazo.

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