Feu un cop d’ull a l’enllaç que acabo d’afegir de Circulo de las Mujeres -és un dels que va recomanar ahir la Muriel-. L’article del 23/12/06 parla del conte de la venedora de llumins. Potser ens pot suggerir més d’una cosa ara que el tenim entre mans. Rosa
Otro final diferente para la Vendedora de fosforos:
“La niña se encontraba muerta de frío en la nieve y cuando iba a encender la tercera cerilla se acordó de su tía abuela ¡Debía ser muy anciana a lo mejor hasta había muerto! Su abuela se había peleado con su hermana por una herencia y dejaron de verse. Recordaba que vivía en un bosque mas allá de la aldea, -eso le había oído decir a su abuela hace muchos años y también que su hermana era una mujer solitaria y huraña que no gustaba de abandonar su casa en el bosque-. Aunque no estaba segura de su recuerdo empezó a caminar hacia donde sospechaba podría vivir su tía abuela. No supo como llego pero lo consiguió. Estaba tan exhausta y en tan malas condiciones que su tía abuela la confundió en un primer momento con el espíritu de su hermana. Por suerte su tía abuela estaba más acostumbrada a tratar con espíritus que con personas. Se mostró amabilísima, le froto el cuerpo con un ungüento para reavivar la circulación, y la dejo descansar al lado de la estufa durante tres días dándole de tomar sopas calentitas y frotándole los dedos entre sus manos, una y otra vez. La niña le explico su historia y su tía abuela cuando por fin pareció tener la certeza que no era un espíritu, cosa que ocurrió cuando vio que la niña se zampo un huevo sin pestañear, le informo que ella no tenia comida para ambas, pero que tal vez podían hacer un intercambio. A ella le sobraba leña que durante años había ido amontonando en un cobertizo pero no tenia fuerzas para ir a la aldea y comprar fósforos y comida. Tal vez si ella estuviera dispuesta a vender leña en la aldea, podría seguir comprando fósforos y comida para las dos. La niña se puso muy contenta y durante los días siguientes aprendió a distinguir la leña seca de la verde, la leña del castaño de la del roble de la del pino. Supo poner un valor distinto a cada una. Y una mañana después de engrasar un viejo carro volvió a la aldea cargada de leña. Los habitantes del pueblo sorprendidos por el carromato se acercaron con curiosidad, al principio le propusieron malos tratos pero ella no se dejo engañar y valoraba cada fardo de leña según su calidad. Con las ganancias compro no solo mas fósforos para la casa que ahora compartía con su tía abuela sino que le sobro para alguna cosa de comida y una campana vieja que pensaba arreglar. Tres veces por semana fue bajando a la aldea con fardos de leña, y cada vez hacia sonar la campana con mas brío. Al final del invierno había logrado ahorrar para comprarse su primera libreta y su primer lápiz. Ya no era necesaria tanta leña, la primavera entraba poco a poco alargando los días y tal como le prometió su tía abuela solo era necesario un viaje a la semana a la aldea, había otras tareas que hacer y entre ellas la de aprender a leer a escribir y a dibujar y sobretodo la de conocer los habitantes del bosque que hasta ese momento habían permanecido dormidos.”
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Un altre final alternatiu al conte La venedora de llumins:
…Però una mica després l’àvia va començar a desaparèixer. I la nena va anar encenent un llumí darrera un altre per conservar-la al seu costat fins que, al final, la nena i la seva àvia van començar a pujar juntes cap al cel, on no feia fred ni es passava gana ni es patia dolor. De cop i volta la nena va notar una cosa humida i calenta sobre la seva cara, una escalforeta que la retornava. va obrir els ulls per un moment i va veure una càlida mirada color de mel –un àngel?- , l’escalfor s’anava estenent al llarg del seu cos, ara al coll, ara a les mans, ara als peus… De mica en mica, va poder anar obrint els ulls del tot i va veure un gos llop al seu costat que la llepava vigorosament fins que va aconseguir que la nena s’aixequés. Aleshores la va portar fins a sota el pont del riu on s’hi havien ajuntat uns rodamons que havien encés una gran foguera. Al matí següent, a la nena se li havien acudit més de quatre idees per canviar la seva sort.
me encanta pero me encantaria mes si salges la editorial