Tan rápido que todo
es absolutamente nada.
Así extraviadas se
salieron de la
pauta — línea
— margen
del cerebro horadado.
Entre las ruinas Cual
exaltado
celebra el solsticio.
Le chien, Alberto Giacometti. Bronce, 1951
« Menguar significa reducir el movimiento. Reducir el flujo de la mente; curar su incontinencia. Menguar es aquietarse. Perder continuidad. Olvidarse en las grietas del mundo, en los orificios, en los poros de la tierra. Adelgazarse. Así Cual, al que encontramos aquí en tiempos desapacibles, enfrentado a su abismo. […]
Quise pensar que un ente suspendido por debajo de sí, como una nota musical sin partitura, ínfimo, desprovisto, podría salvarnos. Salvarnos de lo mucho y de lo poco, del tener y el no-tener, de las palabras vanas, los superlativos y las decadencias, del es y el no-es, los valores y su carencia, los paraísos y la esperanza. De la esperanza, sí, por supuesto. Sin argumento que blandir, sin creencias tras las que esconderse, sin trauma por resolver ni historia por concluir, me gusta pensar que Cual podría augurar el fin del psicoanálisis y el comienzo de la compasión. Pero de yo al nosotros hay un largo camino. De vuelta, probablemente. Difícil de cumplir (somos demasiados). Acaso inútil. O contraproducente. Pues de lo que se trata ahora bien podría ser que no fuese salvar a nadie —confundimos demasiado a menudo el miedo con las buenas intenciones— sino simplemente de aprender a saltar sobre un pie, como Cual, celebrando una vez más, o por última vez, el solsticio. » [Epílogo]
Chantal Maillard. Cual menguando. Tusquets, 2018.
El Solsticio (solstitium, sol sistere: “sol quieto”) es aquel momento del año en el que el Sol alcanza su máxima declinación norte, su mayor altura en el cielo (solsticio de verano), o su máxima declinación sur, su menor altura (solsticio de invierno) con respecto al ecuador terrestre. En el día del solsticio de invierno, la duración del día y la altitud del sol al mediodía es mínima comparada con cualquier otro día del año.
Esta noche, a las 23h 23m hora oficial peninsular, el sol entra en el signo zodiacal de Capricornio, marcando el inicio del invierno en el hemisferio norte.
La estación invernal durará 89 días y 20 horas, y terminará el 20 de marzo con el equinoccio de primavera.
Durante todo el invierno Marte será visible tras la puesta de Sol. Al amanecer se verán Venus, Júpiter y, a partir de mediados de enero, Saturno, que será ocultado por la Luna la madrugada del 2 de febrero 2019.
¡Feliz solsticio de invierno a todas.os!