Foto © Nathanaël Collet y Richard Journet
Hace ya cinco meses fueron instalados los tres nuevos vitrales del coro de la iglesia Saint-Laurent (siglos XV-XVI) de Nogent-sur-Seine, a 130 km al sureste de Paris. Pero no es hasta este 5 de octubre que se inauguraron en presencia de sus creadoras, la artista Fabienne Verdier y la maestra vidriero Flavie Vincent-Petit.
Estos vitrales nacieron de la colaboración entre la pintora francesa que se encargó de la composición y de la realización, y la maestra vidriero que se ocupó de la parte técnica del trabajo. Esta técnica delicada, al servicio de una obra abstracta, representó un verdadero reto: “encontrar una imagen visible para una realidad invisible no es cosa fácil” reconocía la pintora.
Fabienne Verdier tuvo “la visión interna de una figura salvadora, una línea sinuosa que sería para la comunidad de la Iglesia como una melodía, una canción que se eleva in crescendo hacia los cielos.”
Una orientación artística que no tardó en desafiar y desorientar a algunos de los fieles o aficionados que, habituados a unos vitrales figurativos, necesitaron su tiempo para comenzar a apreciar esta “imagen poética, esta forma de meandro y movimiento fluvial”, buscada por Fabienne Verdier.
Fabienne Verdier en su taller
“Con Flavie Vincent-Petit, nos pareció que teníamos que intentar inventar una nueva manera de transcribir la luz, respetando la tradición y el espíritu de nuestros ilustres predecesores y, sin embargo, innovando”, dijo Fabienne Verdier, confiada en que el objetivo era “liberar al amarillo de plata (le jaune d’argent) de su estado de simple realce diseminado en las composiciones de los pintores de la época, para devolverle toda su fuerza cuando la luz lo atraviesa. El sueño un poco descabellado era procurar que el amarillo de plata funcionará él solo en el espacio de los vitrales, como un cuerpo de luz de pleno derecho”.
El amarillo de plata aparece en el siglo XIV, es un tinte utilizado para colorear el vidrio que varía del amarillo pálido al amarillo anaranjado o al ocre. Flavie Vincent-Petit explica que “no es una pintura, sino un tinte, una reacción química”, y que “Fabienne Verdier eligió este material extraordinario para explorarlo y darle un nuevo aliento, una nueva interpretación.”
La pintora aceptó el reto, y se lanzó a esta nueva experiencia: poder pintar no ya con la materia sino con la luz. “Ha sido finalmente una magnífica aventura!”, exclama.
Los vitrales du coro de la iglesia Saint-Laurent de Nogent-sur-Seine, realizados por Fabienne Verdier y Flavie Vincent-Petit.
Director del film Lucis potentia: Christophe Deschanel