La sinuosa línea de la vida | Henri Michaux

asemic

 

Como yo, la línea busca sin saber lo que busca, rechaza los hallazgos inmediatos, las soluciones que se ofrecen, las tentaciones primeras. Cuidándose de “llegar a”, línea de ciega investigación.

Sin conducir a nada, sin pretender hacer algo bonito o interesante, atravesándose a sí misma sin rechistar, sin mirar atrás, sin atarse, sin atarse a nada, sin percibir objeto alguno, ni paisaje, ni figura.

Que contra nada choca, línea somnámbula.

Por algunos sitios curva, aunque no envolvente.

Sin cercar nada, nunca cercada.

Línea que aún no ha elegido, que no está lista para ser puesta a punto.

Sin preferencia, sin acentuación, sin ceder enteramente a las atracciones.

… Que vigila, que vagabundea. Línea célibe que quiere seguir siéndolo, guardar las distancias, que no se somete, ciega a lo que es material. Ni dominante, ni acompañante, de ningún modo subordinada.

Más tarde, los signos, ciertos signos. Los signos me dicen algo. Podría hacer algunos, pero un signo es también una señal de stop. Y actualmente albergo otro deseo, uno en particular por encima de todos. Quisiera un continuum. Un continuum como un murmullo, que no termina, semejante a la vida, que es lo que nos continúa, más importante que cualquier otra cualidad.

Imposible dibujar como si ese continuo no existiese. Esto es lo que hay que representar.

Fracasos.

Fracasos.

Ensayos. Fracasos.

A falta de algo mejor, trazo especies de pictogramas, trayectos pictografiados más bien, pero sin reglas. Quiero que mis trazos sean el fraseado mismo de la vida, pero flexible, deformable, sinuoso.

 

michaux02-1-e1525430051587.jpg

Henri MichauxEscritos sobre pintura. Trad. Chantal Maillard. Vaso Roto, 2018.

Los dibujos a plumilla (ambos de 1927) acompañan el texto de Michaux Emergencias-resurgencias (1972).

 

 

Deixa un comentari