Secreto de familia. Blanca Varela

Blanca Varela_poesia reunida


soñé con un perro

con un perro desollado

cantaba su cuerpo su cuerpo rojo silbaba

pregunté al otro

al que apaga la luz al carnicero

qué ha sucedido

por qué estamos a oscuras

es un sueño estás sola

no hay otro

la luz no existe

tú eres el perro tú eres la flor que ladra

afila dulcemente tu lengua

tu dulce negra lengua de cuatro patas

la piel del hombre se quema con el sueño

arde desaparece la piel humana

sólo la roja pulpa del can es limpia

la verdadera luz habita su legaña

tú eres el perro

tú eres el desollado can de cada noche

sueña contigo misma y basta

Blanca VarelaValses y otras falsas confesiones (1972)

 

Blanca Varela

Poeta peruana, nacida en Lima (1926-2009), cuya voz lírica alcanzó un tono personal, intenso y reconocible que le ha dado un puesto sobresaliente en la poesía hispanoamericana contemporánea. Su evolución fue pausada y no muy abundante en libros, pero sí rigurosa y profunda. La suya no es una poesía fácil de clasificar, aunque algunas de sus raíces estéticas puedan identificarse, porque se mantuvo al margen de corrientes en boga y permaneció fiel a una búsqueda interior que no hizo sino perfeccionarse. En la década de 1940, además de seguir estudios universitarios, hizo periodismo, frecuentó la tertulia literaria de la Peña Pancho Fierro que presidía José María Arguedas, y cultivó la amistad, entre otros, de escritores como Sebastián Salazar Bondy y Emilio Adolfo Westphalen. Allí conoció al pintor Fernando de Szyszlo, con quien estuvo casada largos años. Colaboró en la revista Las moradas, dirigida por Westphalen. En 1949, marchó a París y empezó a escribir poesía, aparte de dedicarse al periodismo y la traducción. El clima intelectual europeo de esa época (sobre todo el existencialismo y los rescoldos todavía candentes del surrealismo) influyeron en ella; frecuentó también a escritores hispanoamericanos que residían en esa ciudad, como Ernesto Cardenal, Julio Cortázar y Octavio Paz, quien estimularía su trabajo poético, prologaría su primer libro y le sugeriría su título: Ese puerto existe (1959). Tras un breve retorno al Perú, en 1955, vivió entre 1957 y 1960 en Washington. Desde entonces residió casi permanentemente en su ciudad natal, con contactos muy esporádicos con el ambiente literario. A fines de la década de 1960, colaboró en otra importante revista de Westphalen: Amaru. Fue secretaria General del Centro Peruano del PEN Club Internacional y dirigió la oficina del Fondo de Cultura Económica en Lima. Después del libro mencionado, la autora publicó los siguientes: Luz del día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Canto villano (1978), Camino a Babel (1986), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993), Poesía escogida (1993) y Del orden de las cosas (1993). Bajo el título Canto villano (1986) recopiló su obra poética desde 1949 a 1983. Sus más recientes títulos fueron Concierto animal (1999) y la antología Donde todo termina abre las alas: poesía reunida 1949-2000 (2001). En 2001 recibió el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, y en el 2007 el Premio Reina Sofía de Poesía. © M.E.

http://www.epdlp.com/escritor.php?id=4082

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