En una ocasión, el peregrino Vacchagotta le preguntó a Buda:
«Señor ¿qué le sucederá al Iluminado tras la muerte? ¿A dónde irá?
Buda dijo: «Peregrino, haz un fuego con las ramas que hay por el suelo.»
Así lo hizo, y encendió el fuego. Entonces, Buda dijo: «Ahora, échale más ramas.»
Lo hizo, y Buda le preguntó: «¿Qué pasa?» Vacchagotta respondió: «Hay un buen fuego.»
Buda dijo. «Ahora deja de echarle ramas.»
Pasado un rato, el fuego se extinguió. Buda le preguntó: «¿Qué ha pasado con el fuego?»
«El fuego se ha extinguido, Señor»
Buda dijo: «Bien, ¿a dónde ha ido? ¿Hacia delante? ¿Atrás? ¿A la derecha? ¿A la izquierda? ¿Abajo o arriba?»
El peregrino contestó: «No, simplemente se ha extinguido.»
Buda dijo: «Exacto. Esto es lo que pasará con el Iluminado tras la muerte.»
Extraído del prólogo del libro Despedidas elegantes: cómo mueren los grandes seres. 108 relatos de la muerte de maestros zen, tibetanos e hindúes . VV. AA. Editorial La liebre de marzo, 2012