Creo que el ser humano sólo es él mismo cuando se expresa,
cuando da salida a sus potencias innatas.
Cuando eso no ocurre, cuando sólo “posee” y utiliza, en lugar de “ser”, entonces decae, se vuelve cosa, su vida pierde sentido, se transforma en sufrimiento.
El auténtico goce reside en la actividad autentica, y la actividad auténtica es la expresión de sí mismo.
Erich Fromm. El amor a la vida. Ed. Paidós